CRÍTICAS
INTERNACIONAL
El último adiós a la ‘Aida’ de Frisell, y con Radames español
Nueva York
The Metropolitan Opera House
Verdi: AIDA
Angela Meade / Leah Crocetto, Jorge de León / Rafael Dávila, Olesya Petrova, George Gagnidze, Christian ban Horn, Krzysztof Baczyk y otros. Dirección musical: Paolo Carignani. Dirección de escena: Sonja Frisell. 30 de abril, 10 y 18 de mayo de 2023.
A 35 años desde su première en 1988 y con unas 225 funciones que enmarcaron a los más grandiosos artistas de la era, la monumental y eternamente popular producción de Sonja Frisell de Aida, con realistas decorados de Gianni Quaranta, recibió sus últimos aplausos con estas funciones con la sobria atmósfera de la dignidad de un icono casi espiritual. Originalmente planeada para que Anna Netrebko participara en estas últimas representaciones de la histórica producción, la cantante rusa fue reemplazada por sopranos que no lograron en ningún caso suplantar a la superestrella, ni en presencia escénica y ni vocal.
Poseedora de una de las voces más prodigiosas de la actualidad, Angela Meade estuvo vocalmente inestable como Aida, empujando su notable timbre de soprano a decibeles extremos, mientras que en los momentos más sutiles sus pianísimos se apreciaron inconsistentes e insostenibles. Y si su poder vocal fue lo más impactante de su interpretación, su histrionismo no tenía nada de moderno. En la función del segundo cast, Leah Crocetto aportó su considerable experiencia con el rol, que interpretó con mayor musicalidad y estilo, aunque su timbre considerablemente más ligero que el de Meade no pudo con las partes más técnicamente expuestas, mientras que su actuación fue también inconsistente.
El tenor español Jorge de León regresó al rol de su debut en el Met siendo el único que ha interpretado con la compañía neoyorkina, dando rienda suelta a unos agudos seguros y extensos; y si su registro medio mostró señales de desgaste con un pronunciado vibrato, su presencia escénica hizo de su Radames un héroe sin duda exitoso. De León se alternó en el papel con el tenor de Puerto Rico Rafael Dávila, quién, en términos de seguridad técnica, brillo y belleza de timbre, aportó un retrato más completo del personaje, aun careciendo de la gravitas de un tenor dramático, mientras que su actuación fue consistente.
Olesya Petrova, por su parte, aportó una Amneris sin límites vocales, desde unos íntimos piani en los momentos vulnerables a los más extrovertidos forti, todo coronado con una escena del juicio fuera de serie. A su lado, George Gagnidze fue un monocromático y avejentado Amonasro. Christian Van Horn dibujó un Ramfis de primera como un bajo-barítono pleno y técnicamente admirable, mientras que al debutante Krzysztof Baczyk le llevó un poco de tiempo acomodar su atractivo y joven timbre de bajo. El coro estuvo en su habitual forma (excepcional), así como el ballet y la orquesta del Met, bajo la dirección musical de Paolo Carignani, cuerpos estables responsables de mantener la función a un alto nivel. * Eduardo BRANDENBURGER, corresponsal en Nueva York de ÓPERA ACTUAL