El dramatismo y la inteligencia de Prégardien

Barcelona

20 / 03 / 2023 - Albert M. RIBAS - Tiempo de lectura: 2 min

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pregardien palau Una imagen del recital de Christoph Prégardien en el Palau © Palau de la Música Catalana / Antoni BOFILL

Palau de la Música Catalana

Recital de CHRISTOPH PRÉGARDIEN

La bella molinera, de Franz Schubert. Roger Vignoles, piano. 15 de marzo de 2023.

Uno de los máximos exponentes de la interpretación de Lied, Christoph Prégardien, volvió al Palau de la Música el pasado 15 de marzo para presentar su propuesta de Die schöne Müllerin, obra que grabó en 2007 con Galaxy Studios, y que en 2021 reapareció en su triple álbum dedicado a Schubert con interpretaciones completas de este mismo ciclo y de los otros dos del mismo autor, Winterreise y Schwanengesang. 14 años separan el disco y el recital del jueves y el tiempo ha añadido dramatismo e inteligencia a Prégardien, sin que haya mermado en fuerza su capacidad vocal, que ya cuenta 67 años.

Sí es verdad que no fue a partir de la tercera pieza del ciclo, «Halt!», cuando se pudo escuchar la voz del tenor en toda su belleza, con una mejora cualitativa de su timbre; hubo, además, algunos Lieder que destacaron como faros en la velada, tanto para bien como para mejorable. «Am Feierabend» fue uno de los puntos álgidos de interpretación, brillando por la concepción del Lied como pieza que presenta un viaje con el que el personaje que cambia y evoluciona de principio a fin mostrando esa narración a partir de variaciones melódicas y/o interpretativas. Y si bien esta voluntad ya estaba presente en la grabación de 2007, se puede confirmar que en vivo los arrebatos de pasión del intérprete ganaron en enteros y los manierismos perdieron fuerza ante la vitalidad del cantante.

"Christoph Prégardien demostró también el estupendo estado vocal del que goza, con un dominio expresivo absoluto de los registros agudos y graves"

En «Mein!» Prégardien también demostró el estupendo estado vocal del que goza, con un dominio expresivo absoluto de los registros agudos y graves, también atacando las notas con mucha menos dulzura y más arrojo que en el álbum, con ascensos al agudo llenos de fuerza y color; y en «Der Jäger» demostró la excelente capacidad pulmonar, con un control de la respiración absoluto ante tan feroz pieza, aunque a cambio perdió un poco de intención en las secciones de canto más íntimo. Una pieza que sorprendió por su extraña superficialidad fue «Die liebe Farbe», en la que el pianista acompañante, el gran Roger Vignoles, superó en olfato interpretativo al cantante. Vignoles estuvo extraordinario toda la noche, atento a las necesidades de Prégardien, con un dominio exquisito de la narrativa schubertiana y un uso transcendente de los recursos musicales, elementos que justifican su enorme fama como acompañante en el mundo anglosajón.

El recital terminó con un «Des baches Wiegenlied» extraordinario, con un inicio lleno de pathos: un “Gute Ruh!” que era imposible no comparar con el “Gute Nacht!” del último párrafo, vibrante y lleno de luz y esperanza, y acompañado por Vignoles también de manera exquisita. De nuevo, un contraste a mejor comparado con el registro de 2007, con ideas todavía más desarrolladas y situando Schubert en un universo vivo, algo solo al alcance de los artistas más coherentes e imaginativos.  * Albert M. RIBAS, crítico de ÓPERA ACTUAL