El 'Don Giovanni' más descarnado en el Campoamor

Oviedo

19 / 11 / 2022 - Diana DÍAZ - Tiempo de lectura: 3 min

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dongiovanni-operaactual-operadeoviedo (3) Una escena de 'Don Giovanni' en Oviedo © Ópera de Oviedo / Iván MARTÍNEZ

Ópera de Oviedo

Mozart: DON GIOVANNI

Reparto alternativo

Ihor Voievodin, Fernando Latorre, Irene Palazón, Juan de Dios Mateos, Laura del Río, Enric Martínez-Castignani, Sojin Yang, Auxiliadora Toledano, Oskar Fresneda. Dirección: Elena Mitrevska. Dirección de escena: Marta Eguilior. Teatro Campoamor, 18 de noviembre de 2022.

Don Giovanni es una ópera admirada por compositores de referencia de la historia de la lírica, sobre un título imprescindible de la literatura occidental, en el libreto tan musicable que Da Ponte escribió para Mozart. En la nueva producción de la Ópera de Oviedo se propone una relectura descarnada del caballero licencioso, en sus últimas horas como libertino. No hay redención para el Don Juan más temido, en la visión de Marta Eguilior en la dirección de escena. La aparición durante la obertura del hombre condenado, que parece consumirse preso de sus propios actos infames, parece avanzar el final del drama. Ihor Voievodin fue ese caballero insaciable de conquistas, dolor y llanto, que desde el primer momento provocó rechazó, también en la sesión de Viernes de Ópera, en el Teatro Campoamor. No hay espacio para un final heroico, y el don Juan más salvaje de esta producción habrá de descender a los infiernos, por mandato de El Comendador, que vistió con solemnidad Fernando Latorre.

Voievodin ofreció una actuación de campanillas sobre las tablas, para mostrar toda la crudeza, siempre desde la sombra, cual bestia salvaje, incluso caníbal, de este Don Giovanni. El protagonista, a través de una interpretación vocal sin quebrantos por el bajo-barítono ucraniano, es un ser inmoral pero no pierde su carisma. Es un ser al que el público aborrece, ya desde que se alza el telón para mostrar, en una escena sin música, una violación a Donna Anna. Así se despejan dudas acerca de lo que pasó, antes del inicio de la ópera, en el dormitorio de la prometida de Don Octavio, interpretado por Juan de Dios Mateos, quien se impuso tras el descanso definitivamente. Este momento, innecesario para el desarrollo posterior de la obra, hizo el silencio en el teatro, con la sensibilidad social hacia la violencia machista. Donna Anna, que representó Irene Palazón, es testigo, víctima y móvil de la venganza en la ópera de Mozart, aunque frente a Octavio ofrezca dudas ante los hechos, no sin miedo quizá de confesar lo sucedido.

 

"Ihor Voievodin ofreció una actuación de campanillas sobre las tablas, para mostrar toda la crudeza, siempre desde la sombra, cual bestia salvaje, incluso caníbal del personaje"

Don Giovanni es aquí un ser casi diabólico, que no ama en absoluto a las mujeres de la ópera, que ofrecen pocas dudas de si aman a Don Giovanni. Sí se sabe que conocen su falsedad, y le recriminan sus actos, aun cuando Donna Elvira, aquí en la piel de Laura del Río, está embarazada del protagonista. Ello le hace presa de una conexión especial con Don Giovanni. Hay que destacar la evolución de las dos damas en la actuación de las sopranos. La Elvira de Laura Del Río se mostró intensa desde su entrada y vehemente siempre en lo vocal, como al desbaratar los planes de conquista de Don Giovanni. También destacó la Donna Anna de Palazón en los momentos con su prometido, con esos detalles vocales que solicitan piedad. Durante la velada no podemos sino cuestionar continuamente las formas de amor, obsesión y maltrato que se dibujan a partir de la ópera. Por su parte, Zerlina y Masetto, que fueron Auxiliadora Toledano y Sojin Yang, fueron pura luz y frescura, destacando la naturalidad de la soprano como la dulce campesina, que maneja a su prometido; del que cabe recordar, en la piel del joven barítono, su actuación al plegarse a los deseos de Don Giovanni.

En Leporello se vierte la parte cómica de este drama como personaje ambiguo, aunque la ópera tenga otros personajes semiserios, que interactúan entre el universo bufo y el drama. Leporello fue un Enric Martínez-Castignani que conquistó al público en sus vicisitudes con su amo Don Giovanni, desde la famosa «aria del catálogo». Un drama que rebosa energía e imaginación musical, como perfiló Oviedo Filarmonía con Elena Mitrevska en el podio de la dirección musical. El Coro Titular de la Ópera de Oviedo (Coro Intermezzo) que dirige Pablo Moras completó correctamente esta empresa del embaucador y más oscuro noble.  * Diana DÍAZ, corresponsal en Oviedo de ÓPERA ACTUAL