CRÍTICAS
NACIONAL
'Otello' en el Liceu, con Desdemona cerca y lejos
Barcelona
Gran Teatre del Liceu
Verdi: OTELLO
Reparto alternativo
Eleonora Buratto, Jorge de León, Zeljko Lucic, Airam Hernández, Mireia Pintó, Felipe Bou, Francisco Vas. Dirección: Gustavo Dudamel. Dirección de escena: Amélie Niermeyer. 28 de marzo de 2021.
Que en el descorazonador panorama originado por la pandemia haya sido posible mantener las fechas y los repartos para este Otello no deja de ser un pequeño milagro y los responsables del Liceu barcelonés pueden sentirse legítimamente orgullosos de haberlo hecho posible. Como siempre, el reparto alternativo (crítica del primer reparto en este enlace) en estas funciones ha funcionado perfectamente y ni uno solo de los espectadores al que le haya correspondido habrá podido sentirse decepcionado por la ausencia de otros intérpretes a los que quizá hubiera querido ver.
Jorge de León, en un buen momento vocal, exhibió en la figura del protagonista una emisión squillante que solo alguna ocasional oscilación en el sostén del sonido impidió que fuese perfecta. El fraseo del tenor canario pareció esta vez más asentado que en otras ocasiones y su versión de «Ora e per sempre addio» tuvo auténtica emoción. Como Yago se hizo apreciar por el rigor de la dicción y la solidez en todos los registros el barítono Zeljko Lucic, ausente en el Liceu desde su Belcore de la temporada 1997-98 en el Teatre Victoria, y que supo detallar el perfil del torvo alfiere con notable acierto. Como una Desdemona que la dirección escénica de Amélie Niedermeyer quiere acercar más al público y a la que en realidad sitúa en una lejanía en la que nada tiene que hacer, Eleonora Buratto aportó un timbre afrutado y sabroso que beneficiaba a su canto spianato y una seguridad en un registro agudo que solo en muy contadas ocasiones corría el riesgo de incurrir en el sonido fijo. Una carrera en alza, en cualquier caso.
La Emilia de Mireia Pintó seguía sin estar por la labor de arreglar el cabello de la dueña de la casa o de recoger un anillo y su actividad se limitaba a probarse su camisón, pero de esto la intérprete no tenía la culpa. Los registas actuales están ahí para eso.
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