CRÍTICAS
NACIONAL
Delicia ‘liederística’ con Anna Alàs y Schumann
Bilbao
Teatro Arriaga
Recital de ANNA ALÀS I JOVE
Conciertos en el 'Foyer'
Lieder de Clara y Robert Schumann. Aurelio Viribay, piano. Teatro Arriaga, 23 de mayo de 2023.
En esta anteúltima sesión de la serie de Conciertos en el Foyer, que con tanto éxito v cada vez más asistencia de variado público ha programado el Teatro Arriaga, se presentaba la mezzo barcelonesa Anna Alàs i Jové acompañada del reconocido pianista Aurelio Viribay. Lo hacían con un programa cuidadamente concebido y articulado en torno a la idea de un homenaje a cuatro mujeres, con música de los Schumann. Comenzó la cantante con Robert Schumann y sus 5 Lieder de Maria Estuardo, un ciclo de los menos oídos del compositor (que hizo recordar en su centenario a la grandísima Victoria de los Ángeles, que sí los cantaba hasta en sus últimos recitales). También se ofrecieron dos de las flores del ciclo Myrthen: “Der Nussbaum” (otra que regalaba De los Ángeles, tantas veces, como parte de sus bises) y la preciosa “Dedicatoria”, muy adecuada, ya que este preciosísimo ciclo está dedicado a Clara por parte del compositor a las puertas de su matrimonio. Estas fueron las dos primeras mujeres protagonistas de este recital, y a ellas le siguieron Elisabeth Kulmann, poetisa alemana residente en San Petersburgo, muerta joven, como aclaró la propia Anna Alàs, quien hizo bellas introducciones a los Lied que ofrecía.
Ya en la segunda parte apareció la cuarta mujer: la anónima protagonista del ciclo Frauenliebe und Leben. En todo el recital, pero más marcadamente en este último ciclo, Anna Alàs mostró las virtudes de un gran cantante bien preparada para las sutilezas, dramas y expresiones que requiere la canción de concierto, especialmente si las piezas forman un todo argumental, como es el caso, en que los poemas, ingenuos y simples a veces, de Von Chamisso, pasan de la simplicidad que caracteriza al principio a la mozuela a la plenitud de su dicha, cuando se hace madre, y a la tragedia cuando muere su amor. Aquí la cantante hizo no solo gala de su espléndida y bella voz, sino también de la maestría, la técnica y la musicalidad de su línea de canto; no se dejó ni un solo matiz, ni una sola inflexión de las muchas y variadas que el compositor (el más grande maestro, quizá, en la fusión de poema y melodía) exige al intérprete. Alàs cantó con un derroche de expresión, con limpieza admirable y voz bella y potente, pero siempre controlada; aplicó bellos trinos en la segunda pieza del ciclo, junto a las notas sueltas y marcadas como las de un piano; sobresaliente la coherencia que supo dar a esa evolución que va de la primera ilusión casi infantil a través de la madurez y la gloriosa maternidad hasta el final trágico. La versión de Anna Alàs fue un gran regalo.
Ambos artistas cerraron el programa con cinco canciones de Clara Schumann. Cabe preguntarse por qué este repertorio no es más frecuente en los programas de los recitales, ya que se trata de bellísimos Lieder. Alàs los bordó y en los a veces difíciles acompañamientos, Aurelio Viribay lució su bien conocido y exquisito pianismo. Si bien podría pedirse, ante la especial acústica del Foyer del Arriaga, menos rotundidad en el nivel sonoro, la experiencia y el recorrido del pianista quedaron claros en todo momento: seguro acompañamiento, seguro soporte, segura cohesión de su piano con la voz, seguro virtuosismo en los compases de Clara… Todo ello para acabar conformando un gran dúo de intérpretes con mucha química y complicidad. * José Miguel BALZOLA, corresponsal en Bilbao de ÓPERA ACTUAL
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