CRÍTICAS
INTERNACIONAL
Con Siegfried llegó el vigor al ‘Anillo’
Zúrich
Opernhaus Zürich
Wagner: SIEGFRIED
Nueva producción
Klaus Florian Vogt, Wolfgang Ablinger-Sperrhacke, Tomasz Konieczny, Chritopher Purves, David Leig, Anna Danik, Camilla Nylund, Rebeca Olvera, Dominique Misteli, Marius Kob. Dirección musical: Gianandrea Noseda. Dirección de escena: Andreas Homoki. 22 de marzo de 2023.
La Opernhaus de Zúrich presentó la segunda jornada del Anillo, Siegfried, de la mano de los máximos responsables de la casa, Andreas Homoki y Gianandrea Noseda –este último nombrado recientemente mejor director de ópera del año— con clamoroso y merecido éxito. Y es que en el scherzo de la magna obra wagneriana Homoki se dejó llevar por su cuento de hadas, aunque con el mismo marco escenográfico con el que empezó su Tetralogía, esta vez en negro, del Valhalla, inspirado en la casa en la cual Wagner residió en Zúrich. El regista quiso resaltar, asimismo, el carácter volátil y adolescente del protagonista y consiguió efectos muy adecuadps, como la confrontación y muerte de Fafner. Una historia sobre la inocencia y la mayoría de edad de Siegfried, amigo de un oso y luego de un pájaro que le advierte de la amenaza de Mime, y que no conoce el miedo hasta que despierta a Brünnhilde, en lo alto de la roca, en una maravillosa escena que Homoki culmina con ambos en la cama. Muy efectista también la escena de Erda con el Caminante y, en general, la dirección muy trabajada a nivel interpretativo, llena de comicidad e impacto teatral.
Por su parte, Noseda dibujó uno de sus mejores trabajos wagnerianos en esta casa. Después de un anodino Das Rheingold, un Tristan decepcionante y, aunque mejor, una Walküre rutinaria, con Siegfried el maestro milanés dejó constancia de su merecido galardón y ductilidad. Con reconocida fama en el repertorio italiano y ruso, Noseda acalló aquí todas las dudas sobre su aptitud ante el repertorio germánico, poniéndose al servicio de una partitura que cabalga entre lo bufo, lo heroico y el gran amor desenfrenado.
Esta producción del Anillo está significando el debut en el rol en los principales protagonistas, como la Brünnhilde de Camilla Nylund y el Siegfried de Klaus Florian Vogt. Este último sorprendió por su adecuación al personaje en esta segunda jornada. Más allá de los pasajes de heroicidad canora, como en “Nothung! Nothung! Neidliches Schwert!”, donde no llegó a sobresalir, Vogt dibujó un Siegfried muy creíble en lo vocal; su timbre blanquecino acompañó al personaje adolescente, magnífico en la escena del bosque, en la que el componente lírico de su instrumento lució especialmente. Ya se verá en Götterdammerung, pero en este título el cantante alemán dio un vuelco, en positivo, al concepto que se tiene del protagonista.
Nylund fue un puro prodigio: exultante en unos brillantes agudos atacados con insultante facilidad, y con un timbre penetrante a la vez que voluptuoso; hace bien de abandonar los roles wagnerianos más líricos –como su decepcionante Elsa del último Festival de Bayreuth– y centrarse en los más dramáticos. Mime recayó en el tenor austríaco Wolfgang Ablinger-Sperrhacke, quien estuvo fantástico en todo momento, tanto en lo musical como en lo teatral. Tomasz Konieczny volvió a interpretar a un Caminante (Wanderer-Wotan) monolítico, aunque en líneas generales convenció. Fantástico Christopher Purves como Alberich y muy adecuados Rebeca Olvera como Pájaro del bosque y Anna Danik como Erda, y efectista el Fafner de David Leigh. * Albert GARRIGA, corresponsal en Zúrich de ÓPERA ACTUAL
CRÍTICAS RELACIONADAS