Cansino, entre el frío y el calor

A Coruña

14 / 09 / 2023 - José Luis JIMÉNEZ - Tiempo de lectura: 3 min

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a coruña cansino Luis Cansino y el pianista Miquel Ortega en el Teatro Rosalía de A Coruña © AAOC / Alfonso REGO

Asociación de Amigos de la Ópera de A Coruña

Recital de LUIS CANSINO

Inauguración de la temporada

Obras de Lara, García Abril, Ortega, Albéniz, Serrano, Moreno-Torroba, Tosti, Cardillo, de Curtis, Cilea, Giordano. Miquel Ortega, piano. Teatro Rosalía, 12 de septiembre de 2023.

Esta que empieza, su 71ª temporada (ver programación), es una edición con particularidades para los Amigos de la Ópera de A Coruña. Es la primera que, de principio a fin, lleva el sello de su director artístico, el tenor venezolano Aquiles Machado: apuesta por la juventud, el talento nacional y sin grandes nombres del estrellato lírico. En su presentación, Machado reconocía que la suya era una propuesta «arriesgada», y ahora habrá de someterse al juicio de una afición veterana y consolidada como la coruñesa. La primera cita del calendario era este recital de Luis Cansino. Más que un prólogo a los títulos que se representarán en la presente temporada cabría situarlo como un epílogo de la pasada, cuando debió haberse celebrado para conmemorar los 35 años de carrera del barítono —como él mismo explicó—.

Si el recital estaba llamado a festejar una larga y meritoria trayectoria —como la que acredita Cansino—, la sensación primordial es que faltó exigencia en el programa. Un intérprete como él, que ha logrado éxitos en roles operísticos como Rigoletto, Germont, Nabucco o Falstaff apenas regaló al auditorio del Rosalía el monólogo de Michonet y el «Nemico della Patria» de Carlo Gerard. Escasa propuesta. Por el contrario, abrió las dos partes de su recital con canciones diversas, desde boleros de Agustín Lara a páginas italianas de Tosti o de Curtis. Cansino se las quiso llevar a su terreno, pero no acabó de encontrar ni la expresividad ni el tono adecuados para emocionar al público. La respuesta fue bastante tibia.

"Lo más interesante en la primera parte fueron las dos piezas de zarzuela, un género que Cansino domina, demostrando que sabe decir con solvencia"

El cantante empezó con la voz fría, con un grave algo oscilante, más asentada en el centro y firme en el agudo, sonoro y vibrante. El instrumento es robusto y no pareció tener problemas de extensión. Lo más interesante en la primera parte fueron las dos piezas de zarzuela, un género que Cansino domina, demostrando que sabe decir con solvencia. «Junto al puente de la peña» y «Luche la fe por el triunfo» enseñaron las capacidades del intérprete. Se guardó para las postrimerías del recital las páginas operísticas, y en ellas lució por su intensidad dramática, medias voces y una notable capacidad para el recitativo. Fue el mejor momento de la velada. De propina, únicamente el «Granada» de Lara. Los asistentes tampoco reclamaron más.

Al piano, Miquel Ortega cumplió con soltura su labor de acompañante, plegándose al canto de Cansino con mimo, y brillando en sus dos páginas solistas, otra Granada —el primer movimiento de la Suite española de Albéniz— y una romanza de Cilea. El pianista, incluso, ejerció como compositor: el barítono interpretó una canción escrita por Ortega para él, Ande yo caliente, con letra de Luis de Góngora.

Madrileño con raíces gallegas, Cansino cantó ataviado con una sencilla guayabera y bromeó en varias ocasiones con la calurosa temperatura del teatro. En el patio de butacas, por el contrario, encontró frialdad. Quizás 35 años de carrera deban celebrarse con más entusiasmo y menos atril, con más entrega y menos retórica.  * José Luis JIMÉNEZ, corresponsal en A Coruña de ÓPERA ACTUAL