Bruno de Sá: ROMA TRAVESTITA

Y el resultado es excelente: Bruno de Sá es capaz de conseguir un timbre filado precioso en los agudos, tal y como demuestra con el rol de Leocasta de “Senza l’amato ben” de Giustino de Vivaldi; y también ofrece muestras de virtuosismo y pirotecnia como en los galopes de “Qual pellegrino errante” de Evergete de Galuppi, así como en los arreones de la “Furia di donna irata”, de La buona figliuola de Piccinni. Ciertamente, un elemento importante de los artistas masculinos que cantan roles de mujer tiene que ver con la puesta en escena performativa, es decir, con la exuberancia del disfraz, la deconstrucción queer o la reivindicación de la indefinición del género. Y, esto, evidentemente, en una grabación de audio no se aprecia. Sin embargo, escuchar un disco a ciegas como el de Bruno de Sá representa también un argumento incontestable que demuestra que lo importante es el talento y las posibilidades de la voz, y no si el género del cantante se corresponde con el del personaje en cuestión.  * Aniol COSTA-PAU