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Brillante 'Aida' plateada en el centenario de la Arena
Verona
Arena di Verona
Verdi: AIDA
Nueva producción
María José Siri, Yusif Eyvazov, Amartuvshin Enkhbat, Olesya Petrova, Michele Pertusi, Simon Lim, Daria Rybak, Riccardo Rados. Dirección musical: Marco Armiliato. Dirección de escena: Stefano Poda. 17 de junio de 2023.
La milenaria Arena romana de Verona celebra este año su temporada número 100, inaugurando con una nueva producción de Aida confiada al tutto fare Stefano Poda, que debutaba en el Festival. Polifacético y visionario hombre de teatro, Poda movió sus primeros pasos en el Teatro La Farándula de Sabadell, gracias a la premonitora y meritoria intuición de Mirna Lacambra que intuyó sus potencialidades. Ahora son mundialmente conocidas sus producciones, caracterizadas por un uso imponente de figuración.
En su montaje, que puede verse durante unos días en la página de RAI Play, domina el horror vacui; a muchos ha recordado y hecho añorar al difunto Zeffirelli, quien, sin embargo, siempre realzó la dramaturgia original y nunca, siendo también director de cine, rodó su película, que es lo que ha hecho Poda con esta puesta en escena. Brillante, dominada por los colores blanco, negro y rojo, con mucha lentejuela plateada y cristales de Swarowski, aportó sin embargo una dirección de actores de lo más convencional; los protagonistas a menudo se perdían entre las masas que incluían un coro de 180 intérpretes, 170 figurantes masculinos, 50 femeninos, más el cuerpo de baile: un total de casi 500 personas en escena, la mayoría de las veces todos a la vez.
Se impuso en la escenografía una gran mano articulada y un uso exagerado de humo (con el zumbido constante y molesto de las máquinas que lo emiten) para potenciar efectos lumínicos. Hay que añadir que al público, que abarrotaba la Arena, sin demostrar excesivo entusiasmo, parece que le agradó.
La vertiente musical convenció plenamente, confirmándose la del maestro Marco Armiliato como la batuta más fiable y segura para dirigir el tráfico de solistas y masas. El coro, además, estuvo siempre muy bien preparado por Roberto Gabbiani. Sólido el reparto encabezado por la exquisita Aida de María José Siri, quien salió airosa de su compromiso cincelando un estupendo “Cieli azzurri” en el segundo acto. Yusif Eyvazov aportó un Radamés valiente y muy bien cantado ya desde la primera aria donde apiana y refuerza el “vicino al sol” con maestría, llegando además al tercer acto con gallardía, emocionando en la escena de la tumba con un “Morir si pura e bella” enternecedor. Que la voz no tiene un timbre atractivo al final pasa casi desapercibido.
Amartuvshin Enkhbat, como Amonasro, constituye un auténtico lujo, por su voz completa, cálido color ámbar de auténtico barítono y por una interpretación siempre más sutil con un canto ejemplar. Muy bien los dos bajos, el coreano Simon Lim, Faraòn y Michele Pertusi, Ramfis glorioso por fraseo y autoridad. Menos entusiasmo despertó la Amneris de la mezzo rusa Olesya Petrova, dueña de un gran vozarrón de color sopranil y agudos a menudo destemplados.
En los meteóricos roles de fianco, bien la sacerdotisa de Daria Rybak y muy bien el Mensajero de Riccardo Rados, con una voz sobresaliente y una proyección corelliana, del que es lícito esperar un alentador futuro. * Andrea MERLI, corresponsal en Italia de ÓPERA ACTUAL
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