Beller Carbone ilumina a Poulenc y Zemlinsky

Bilbao

22 / 02 / 2022 - José Miguel BALZOLA - Tiempo de lectura: 3 min

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abao-operaatual-tragedia-voix 5 Nicola Beller Carbone (Bianca) junto Giorgio Berrugi (Guido) y Carsten Wittmoser (Simone) en la ópera de Zemlinsky © ABAO Bilbao Opera / Enrique MORENO ESQUIBEL
abao-operaatual-tragedia-voix (2) Nicole Beller Carbone como protagonista de 'La voix' © ABAO Bilbao Opera / Enrique MORENO ESQUIBEL
abao-operaatual-tragedia-voix (3) Una escena de 'Una tragedia florentina' © ABAO Bilbao Opera / Enrique MORENO ESQUIBEL

ABAO Bilbao Opera

Poulenc: LA VOIX HUMAINE / Zemlinsky: UNA TRAGEDIA FLORENTINA

Nicole Beller Carbone, Giorgio Berrugi, Carsten Wittmoser. Dirección musical: Pedro Halffter. Dirección de escena: Paco Azorín. Palacio Euskalduna, 19 de febrero de 2022.

Enfrentó ABAO Bilbao Opera con valentía la primera producción del año, atenazada de un lado por la restricción de aforo –afortunadamente acabada justo al estrenarse este doble programa–, y de otro por el problema presupuestario que la falta de público conlleva. La solución es valiente, además, porque la asociación se atrevía a estrenar en Bilbao dos obras suficientemente complejas para una parroquia bastante conservadora en sus gustos. La primera de ellas, La voix humaine, es un monólogo nacido de la pluma de Jean Cocteau, acompañado de un suave telón orquestal de un Francis Poulenc prodigioso. El director de escena y escenógrafo Paco Azorín situó a la orquesta en el foro mientras junto a la corbata se desarrollaba el diálogo telefónico de la amante abandonada, interrumpido con frecuencia por las deficiencias de la línea. Esta ubicación de la Bilbao Orkestra Sinfonikoa permitió a Pedro Halffter trasmitir con especial finura la singular orquestación de Poulenc en sus líneas líricas y con fraseo cuidado los momentos trágicos, sin recurrir a sonoridades agrias o violentas.

En la segunda parte se ofreció Una tragedia florentina sobre un texto adaptado de Oscar Wilde, ya con la orquesta en el foso, más apropiado para la orquestación entre postromántica y dodecafónica de un inspirado Zemlinsky. La Bilbao  Sinfonikoa brilló nuevamente, ofreciendo una espléndida prestación de la mano segura de Haffter. Excelente, por otra parte, la complementaria y atmosférica iluminación de Pedro Yagüe y muy adecuado vestuario de Ana Garay.

"Nicola Beller Carbone brilló en los recitativos de la amante despechada, donde Poulenc le hace recitar, declamar, llorar, entristecerse, añorar la antigua felicidad"

Solo había tres personajes en este programa doble. Giorgio Berrugi y Carsten Wittmoser, los intérpretes masculinos de este menage à trois, cumplieron en unos papeles con poco material lírico tanto como actores y como cantantes apoyando a la que es, en las dos óperas, la intérprete protagonista, la que marca la razón de una y otra ópera. Los asumió con matrícula de honor una experta Nicola Beller Carbone; en los recitativos de la amante despechada de La voix, donde Poulenc le hace recitar, declamar, cantar, desesperarse, llorar y añorar la antigua felicidad estuvo fantástica, con una dicción, acentos y modulaciones siempre cuidadas que también fueron sus señas de identidad en la Tragedia florentina. Añádase, además, una bella figura con la que enlaza movimientos casi imperceptibles con otros más energéticos, pero siempre ágiles, demostrando ser un animal escénico difícilmente superable. ¡Y con una gran voz! Poca lucha parecían darle unas partituras tan difíciles y comprometidas, creaciones de dos compositores fundamentales del pasado siglo ante los que el público gozó gracias a un canto de calidad, con un exquisito timbre y creíble expresión; todo lo necesario para enamorar.  * José Miguel BALZOLA, corresponsal en Bilbao de ÓPERA ACTUAL