CRÍTICAS
NACIONAL
Barcelona: ‘Turandot’ de exportación
L'Auditori
Puccini: TURANDOT
Versión de concierto
Jennifer Wilson, Simon O’Neill, Carmen Solis, Rubén Amoretti, Carlos Daza, Jordi Casanova, Beñat Egiarte, Joan Cabero, Marc Pujol, Ricard Sabata. Cor Madrigal. Polifònica de Puig-Reig. Dirección: Kazushi Ono. 24 de mayo de 2019.
Fin de temporada de la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC) y fin de fiesta después de casi nueve meses en los que el conjunto ha confirmado su buena salud. Lo ha hecho posible un Kazushi Ono comprometido ante la OBC, sobre la base de una programación en general interesante, aunque no de riesgo. Por ahí se empieza, después del rumbo errático de la OBC durante las tres o cuatro temporadas anteriores. Lo que sí pareció raro es haber cerrado la temporada con una ópera en versión de concierto, y sobre todo con una Turandot, título que en septiembre abrirá la temporada del Liceu. La explicación está en la posterior gira que la orquesta, junto a toda la compañía, realizará a Japón, donde estrenará la obra en versión escenificada por Àlex Ollé (La Fura dels Baus).
Ono apostó por el efectismo y la espectacularidad, sacrificando en ocasiones la profundidad y la delicadeza, especialmente en las escenas de Liù. Mal menor, en todo caso, porque la velada se siguió con interés y se saldó con las ovaciones de un público entusiasta, puesto en pie y que abarrotaba l’Auditori. Sonido compacto y contundente el de la orquesta y buen trabajo coral con tres formaciones (Cor Madrigal, Polifònica de Puig-reig i las voces infantiles de Amics de la Unió), compartiendo escenario con un elenco de solistas solvente (al haberse programado tres funciones en días consecutivos, al día siguiente de este estreno fueron otros los protagonistas principales, la soprano Elena Pankratova y el tenor Mijail Vekua).
Simon O’Neill fue un Calaf de tintes más líricos que heroicos, pero que defendió bien su parte y sus pasajes más comprometidos. La soprano Jennifer Wilson quizá empezó algo tímida en «In questa reggia», aunque pronto supo ser la temible y rotunda princesa de hielo que pide Puccini. Espléndida la Liù de Carmen Solís, delicada y muy musical, al lado del rotundo Timur de Rubén Amoretti. Un lujo el Ping de Carles Daza, bien secundado por el Pang de Jordi Casanova y el Pong de Beñat Egiarte, con felices intervenciones de Marc Pujol (Mandarí) y de un felizmente reecontrado Joan Cabero (Altoum).
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