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'At-Home Gala' Metropolitan Opera
Nueva York
Metropolitan Opera
At-Home Gala Metropolitan Opera
Gala benéfica en favor de la Metropolitan Opera en 'streaming'
Roberto Alagna y Aleksandra Kurzak (Francia), Marco Armiliato y Ambrogio Maestri (Suiza), Jamie Barton (EE.UU.), Piotr Beczała (Polonia), Angel Blue (EE.UU.), Lawrence Brownlee (EE.UU.), Joseph Calleja (Malta), Javier Camarena (Suiza), Nicole Car ( París), Anthony Roth Costanzo (EE.UU.), Stephen Costello e Yoon Kwon Costello (EE.UU.), Diana Damrau y Nicolas Testé (Francia), Michael Fabiano (EE.UU.), Renée Fleming (EE.UU.), Elina Garanča (Latvia), Christine Goerke (EE.UU.), Gunther Groissböck (Suiza), Jonas Kaufmann (Alemania), Isabel Leonard (EE.UU.), Peter Mattei ( Suecia), Erin Morley (EE.UU.), Anna Netrebko e Yusif Eyvazov (Austria), Lisette Oropesa (EE.UU.), René Pape (Alemania), Ailyn Pérez y Soloman Howard (EE.UU.), Matthew Polenzani (EE.UU.), Quinn Kelsey (EE.UU.), Anita Rachvelishvili (Georgia), Golda Schultz (Alemania), Nadine Sierra (España), Bryn Terfel y Hannah Stone (Gales), Elza van den Heever (Francia), Michael Volle (Alemania), Sonya Yoncheva (Suiza). Orquesta y Coro de la Metropolitan Opera (desde sus domicilios particulares y pregrabado). Director musical: Yannick Nézet-Séguin. Presentador: Peter Gelb director general de la Metropolitan Opera.
Esta Gala desde los hogares ha sido, según presentaba la propia Metropolitan Opera, «nuestro esfuerzo más ambicioso para llevar la alegría y el arte de la ópera al público en todas partes del mundo durante el cierre del Met». Una empresa sin precedentes a nivel tecnológico y organizativo, ya que presenta a más de 40 artistas habituales del coliseo neoyorquino –entre los que se contaba con algunos de los cantantes más importantes a nivel mundial– en una transmisión en vivo y en directo desde sus hogares por todo el mundo, así como actuaciones pregrabadas de la Orquesta y el Coro que se han creado a partir de tomas individuales rodadas en los hogares de los propios músicos. El director general del Met, Peter Gelb, y el director de musical, Yannick Nézet-Séguin, fueron sus anfitriones desde sus respectivas casas de Nueva York el primero y Montreal el segundo.
Esta gala, que podrá verse todavía durante 24h, es parte de la campaña de recaudación de fondos urgente del Met The Voice Must Be Heard (La voz debe ser escuchada) que viene realizando desde que se anunció que se cerraba el coliseo y daba por terminada la temporada 2019-20 con motivo del coronavirus.
La idea original de la At-Home Gala era la de ofrecer un concierto en vivo; tras unos mensajes grabados de varios de los más importantes cantantes relacionados con el Met solicitando apoyo económico para el coliseo neoyorquino, sin duda, el más importante de los Estados Unidos, Gelb y Nézet-Séguin dieron paso de forma muy ágil al inicio de las interpretaciones con conexiones desde numerosas ciudades de todo el mundo. Para hacerla más eficaz en la mayoría de ocasiones eran los propios artistas quienes despedían su actuación para presentar al siguiente y la mayoría de ellos se ciñeron al guión original haciendo una muy breve salutación, recordar que era una gala benéfica para apoyar al Met e introducir la pieza que iban a cantar y en su caso presentar al pianista o músico acompañante.
La calidad de las imágenes era muy buena en la casi totalidad de las intervenciones y el sonido solamente fue algo peor en algunos casos en los que los artistas estaban algo alejados de la fuente de grabación, y casi en ningún momento de las más de cuatro horas se interrumpió el sonido o la imagen. Todo un alarde de la tecnología a la que tiene acostumbrado el Met en sus retransmisiones en directo a los cines de todo el mundo. En una sola una ocasión hubo de alterarse el orden de los intérpretes en el último momento cuando Sonya Yoncheva desde Suiza tuvo problemas con su conexión y se dio paso repentinamente a Gunther Groissböck –que apareció relajado apurando una cerveza–, pero que enseguida controló la situación y presentándose y cantando con gran eficacia.
Ante las más de cuatro horas de música (en España, de las 19h. a las 23h.) no se puede analizar cada una de las interpretaciones individualmente pero hay que destacar el emotivo «Ave Maria» del Otello verdiano a cargo de la gran soprano estadounidense Renée Fleming, y el divertido dúo donizettiano a cargo de Roberto Alagna y su mujer, Aleksandra Kurzak. La excelencia de los grandes nombres de la lírica como Petter Matei –acompañado por un acordeonista y con vistas a un lago sueco–, René Pape, Joyce DiDonato, Jonas Kaufmann junto al gran pianista Helmut Deutsch, Ildar Abdrakazov desde Rusia, Elina Garanca, Bryn Terfel junto a una arpista y muchos más que tuvieron por su renombre y afinidad con el coliseo unas palabras especiales del director general Peter Gelb.
Los más jóvenes deslumbraron también con sus voces frescas y actuaciones muy remarcables, desde el mexicano Javier Camarena, uno de los últimos en cantar –y por ello informó que había pedido disculpas a sus vecinos por tener que cantar cerca de las 23h., muy entrada la noche para los suizos– o las excelentes sopranos Nadine Sierra y Lisette Oropesa y el magnífico contratenor Anthony Roth Costanzo.
Hubo tiempo para tres interpretaciones pregrabadas con una excelente calidad técnica de la Orquesta del Met con espacio para el intermezzo de Cavalleria rusticana de Mascagni, un preludio wagneriano y, con la Orquesta y Coro conjuntamente, el famosísimo coro verdiano «Va, pensiero» de Nabucco, sin olvidar un homenaje al miembro de la cuerdas de la formación musical del Met fallecido recientemente, Vincent Leoni (1959-2020).
Una gala muy especial que hay que es de esperar que haya dado ingresos para las arcas del Met, ahora muy necesitadas, ya que permanece cerrado y con los miembros de la Orquesta y Coro que no volverán a cobrar sus mensualidades –se les está pagando la parte del seguro médico– hasta iniciarse la nueva temporada en septiembre, igual que el propio Peter Gelb, quien ha renunciado a su sueldo hasta dicha fecha.
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