CRÍTICAS
NACIONAL
Anna Bonitatibus sentando cátedra
Barcelona
Festival de 'Lied' Life Victoria
Recital ANNA BONITATIBUS
Obras de Beethoven y Rossini. Anna Bonitatibus, mezzosoprano. RunZhe Li, tenor. Simon Lepper y Mar Compte, piano. Recinte Modernista de Sant Pau. 7 de abril de 2022.
La mezzosoprano Anna Bonitatibus no necesita presentación pues es, indiscutiblemente, una de las más destacadas representantes de su cuerda de las últimas décadas. Su campo de acción abarca desde las óperas de Monteverdi, Cavalli o Händel hasta el bel canto romántico, con destacadas incursiones también en el repertorio francés. Menos conocida es su faceta de difusora de la música italiana de cámara, tanto como intérprete como a través de su proyecto editorial musical Consonarte-Vox in musica destinado a poner en valor un repertorio sorprendentemente poco conocido y, sin duda, infravalorado.
Acompañada por el pianista Simon Lepper, Bonitatibus se presentó en el Lied Festival Life Victoria, precisamente con un programa que constituyó un interesante diálogo entre las canciones italianas de Ludwig van Beethoven y creaciones de cámara de Gioacchino Rossini. Dos compositores de carácter bien distinto, pero con muchos vasos comunicantes, empezando por la influencia de Mozart en ambos, elemento que se puso de manifiesto en muchas de las canciones de este magnífico recital tanto por el planteamiento temático como por su ejecución, pues Bonitatibus ofreció una lección magistral estilística y técnica de cómo debe abordarse este repertorio.
Son muy escasos los cantantes, en la actualidad, que conocen y dominan como ella los secretos y la esencia de la auténtica escuela belcantista; el arte de delinear el arco de la frase, con su tesis y su arsis, y la imaginación y sensibilidad en la exposición del texto se deben fundir de manera inextricable con la morbidez de la emisión, el control y graduación de las dinámicas, el dominio de la messa di voce, el juego tímbrico a través del control del vibrato y la coloración, sin olvidar la absoluta precisión y expresividad en el canto fiorito. En definitiva, la auténtica y gran escuela del bel canto italiano, base y sublimación de toda técnica vocal de la que Anna Bonitatibus es hoy una de las grandes y escogidas representantes, como demostró en todas y cada una de las piezas del recital.
El programa estuvo sumamente trabajado, e incluyó sutiles paralelismos entre los poetas utilizados por ambos compositores. Así, cada una de las partes, tanto la dedicada a Beethoven como a Rossini, empezaron con un poema de Metastasio seguido de otro de Jean-Jacques Rousseau. También Metastasio, poeta y libretista crucial en el devenir de la ópera durante el siglo XVIII, protagonizó el final de ambas partes, que incluyeron el Opus 82 de Beethoven y las famosas variaciones sobre «Mi lagnerò tacendo», de Rossini. Una de las curiosidades de la propuesta fue escuchar el célebre Lied «Adelaide» en una traducción italiana ya conocida por Beethoven. La exhibición de la cantante, que coronó el recital con dos propinas, una dedicada a cada autor, fue acompañada con diligencia por Lepper, quien entendió a la perfección en qué momentos debía emerger y en cuales mantenerse en segundo plano, siempre con bello sonido y perfectamente sincronizado con la cantante.
Antes de la master-class de Bonitatibus, en el habitual recital previo del Life New Artists, se presentó el tenor chino RunZhe Li, que está aún acabando sus estudios en Nuremberg: una voz ligera de bello color, ideal para el repertorio liederístico, y un intérprete sensible como se pudo constatar ya en las dos primeras canciones de Schubert. A continuación abordó, junto a una competente Mar Compte al piano, el ciclo beethoveniano An die ferne Geliebte, obra que requiere de una madurez expresiva que el joven cantante aún no posee. Pese a ello se reveló como un intérprete con interesantes cualidades y campo por recorrer. * Antoni COLOMER, crítico de ÓPERA ACTUAL
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