CRÍTICAS
INTERNACIONAL
Anduaga y su debut en el Met, en boca de todos
Nueva York
The Metropolitan Opera House
Donizetti: L'ELISIR D'AMORE
Debut de Xabier Anduaga
Xabier Anduaga, Aleksandra Kurzak, Magdalena Kuźma, Joshua Hopkins, Alex Esposito. Dirección musical: Michele Gamba. Dirección de escena: Bartlett Sher. 29 de abril de 2023.
L’elisir d’amore de Bartlett Sher volvió al escenario de la Metropolitan Opera por última vez este curso, un recurrente salvavidas que el coliseo se saca de la manga cada dos por tres. Y aunque tiene su aquel para los amamantes del teatro clásico, recordando por completo a las óperas de pleno siglo XVIII, esta producción que ya en su momento olía a naftalina, sigue pareciendo lo que es: cuatro cartones sin mucha gracia. En el podio se volvió a ver a Michele Gamba, que esta vez venía con los deberes hechos. El director milanés, que debutaba esta obra de Donizetti esta temporada, supo hacer que la Orquesta del Met sonase uniforme e incluso se permitió juguetear con los matices. Más dócil en la dirección, abandonó el cuadriculado manejo de la batuta que se vio en la función reseñada el pasado enero y esta vez todo fluyó con cierta naturalidad.
En el papel de Nemorino, el tenor español Xabier Anduaga, Premio ÓPERA ACTUAL 2021, debutaba en el Met, y si es común que el cantante vasco triunfa allá donde va, Nueva York no era un terreno fácil ya que su público opta por estrellas más que consagradas y no se rinde a cualquiera. Con la losa de otros españoles como Carreras o Domingo que debutaron en este escenario a su misma edad, Anduaga ha tomado el relevo con elegancia. El donostiarra hoy no solo está en boca de todos gracias al talento demostrado, sino que ha sabido colarse entre los favoritos de los operófilos locales. Y no es para menos, Anduaga ostenta un virtuosismo vocal y una musicalidad poco comunes en los tenores de su generación, con un timbre muy luminoso y una madurez vocal asombrosa teniendo en cuenta su juventud. También resultó destacable su aporte actoral, cómico pero comedido, irradiando una seguridad tal en el escenario que no le hacían falta excesos –todo lo contrario que su predecesor en el papel, Javier Camarena– y ofreciendo un Nemorino totalmente distinto. Pecó tal vez de exceso en los matices, tal vez emocionado por despedirse del Met en esta, su última función.
Aleksandra Kurzak como Adina supo acompañar al debutante sin sobresalir demasiado y haciendo de buena anfitriona. Ella, que goza ya de tablas sobre este escenario, no excedió en los agudos, pero sí destacó por sus naturalísimas coloraturas. Risueña y divertida, recordaba a la Adina de Netrebko de 2012, muy natural sobre el escenario, moviéndose sin complejos, incluso hizo suyo el icónico sombrero de copa de la rusa. La soprano encaja en este tipo de roles que le dejan lucirse sin necesidad de esfuerzos; así, en “Prendi per me si libero”, pudo sacar esa potencia lírica que la identifica teniendo su minuto de gloria.
El Dulcamara de la noche fue el barítono italiano Alex Esposito, que también debuta aquí. Relevando a Maestri su interpretación del bufón estuvo llena de carisma, bien resuelto en el fraseo y gozando de equilibrada fluidez vocal, estuvo correcto y divertido. Como Belcore, Joshua Hopkins contrastó a la perfección con Nemorino adoptando el rol más viril del elenco; el barítono canadiense cuenta con una voz bien asentada que aportó al rol credibilidad.
Una noche inolvidable para el español, a quien se le espera pronto, una vez más, sobre el escenario neoyorkino. * Rebeca BLANCO, corresponsal en Nueva York de ÓPERA ACTUAL
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