Anduaga brilla en la 'Fille' donostiarra

San Sebastián

18 / 08 / 2022 - José Miguel BALZOLA - Tiempo de lectura: 3 min

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lafilluduregiment-operaactual-quincena Xabier Anduaga (Tonio) y Elena Sancho Pereg (Marie) © Quincena Donostiarra

Quincena Donostiarra

Donizetti: LA FILLE DU RÉGIMENT

Versión semi-escenificada

Elena Sancho Pereg, Xabier Anduaga, Damian del Castillo, Anna Alás y Jové, Paula Iragorri, Juan Labordeta, Darío Maya,Luken Munguira, Gerardo Quintana. Dirección musical: Lucas Macías. Dirección de escena: Guillermo Amaya. Auditorio Kursaal, 14 de agosto de 2022.

Le fille du régiment sigue entre las óperas que aparecen con cierta frecuencia en los carteles de todos los teatros de ópera a pesar de ser obra de una música más bien sencilla, aunque se vean muchos detalles de calidad donizettiana, especialmente en algunos pasajes orquestales, como la obertura, de muy fina sonoridad y en las dificultades que jalonan las líneas vocales de los protagonistas. Quizá eso es precisamente lo que la mantiene aún en el repertorio, especialmente la expectativa del oyente ante la cadena de nueve dos consecutivos que tiene que desplegar el pobre Tonio, a poco, además, de salir a escena. El amante de la ópera podrá querer más, pero será difícil que lo consiga.

En los esperados dos, del aria “Ah, mes amis…” brilló Xabier Anduaga, que los hizo casi fáciles, precisos, emitidos con una tremenda fortaleza, sonoros como trompetas, mostrando el poderío y el timbre vibrante del artista donostiarra en esos eminentísimos sobreagudos; un verdadero tenor lírico nato a quien, si no le falla la suerte, bien pronto se verá en el firmamento en que hoy brillan bien pocos. Pero no son solo los dos, porque a lo largo de toda la obra Anduaga, premio ÓPERA ACTUAL 2021, exhibió una línea de canto encomiable.

"Xabier Anduaga hizo los 'dos' casi fáciles, precisos, emitidos con una tremenda fortaleza, sonoros como trompetas, mostrando su poderío y e timbre vibrante en esos eminentísimos sobreagudos"

Además, el tenor estuvo acompañado por una estupenda Marie; en este rol Elena Sancho-Pereg se manifestó adecuadísima, mostró voz limpia, bella, sedosa, bien timbrada y bien manejada, desde su inicial duetto con Sulpice (Damian del Castillo) hasta el “Quand le destin au millieu la guerre…” del final. Si bien en los dúos y concertantes se notó que su volumen no es muy grande, su actuación no bajó el excelente aunque en momentos fuese muy afectada por los desbordamientos dinámicos de una Euskadiko Orkesta Sinfonikoa a la que Lucas Macías no supo o no logró hacer música en piano, cuando así lo requiere la escena y el canto, como, por cierto, ya había pasado en la Obertura.

Gustó el coro Easo Abesbatza, y cumplieron solventemente todos los demás personajes que además se movieron ágilmente por la escena; una actuación teatral muy bien concebida y llevada por Guillermo Amaya alrededor de unos decorados algo surrealistas pero eficaces para las necesidades de la acción, diseñados por Enrique Sancho. Aunque que el anuncio inicial habló de ópera sin representación, resultó que se hizo con la orquesta en foso, con un vestuario bien pensado para hacer más bufa la obra y cambiando los diálogos franceses por otros en español y euskera, introduciendo bromas apropiadas y morcillas a gogó, siendo la más notable la canción vasca que canta la no musical duquesa. El conjunto, salvando algunos detalles ya mencionados, dejó más que satisfecho al público. La Quincena merece también un aplauso por haberlo conseguido haciendo uso casi exclusivo de artistas locales. * José Miguel BALZOLA, crítico nacional de ÓPERA ACTUAL