Alegria escénica para la finura de Mozart

Bilbao

23 / 01 / 2023 - José Miguel BALZOLA - Tiempo de lectura: 3 min

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abaobilbaoopera-operaactual-cosi-1.jpg Una escena del nuevo 'Così fan tutte' de Marta Eguilior © ABAO Bilbao Opera / Enrique M. ESQUIBEL
abaobilbaoopera-operaactual-cosi-1.jpg Una escena del nuevo 'Così fan tutte' de Marta Eguilior © ABAO Bilbao Opera / Enrique M. ESQUIBEL
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COSI FAN TUTTE © ABAO Bilbao Opera / Enrique M. ESQUIBEL

ABAO Bilbao Opera

Mozart: COSÌ FAN TUTTE

Nueva producción

Vanessa Goikoetxea, Serena Malfi, Xabier Anduaga, David Menéndez, Pietro Spagnoli, Itziar de Unda. Euskadiko Orkestra Sinfonikoa, Coro de la Ópera de Bilbao. Dirección musical: Óliver Díaz. Dirección de escena: Marta Eguilior. Palacio Euskalduna, 21 de enero de 2023.

Como parece ser ahora de rigueur, la puesta en escena de este Così fan tutte que acaba de estrenarse en la temporada de ABAO Bilbao Opera para nada sitúa ni aclara lugar, tiempo ni circunstancias en la que sucede la acción. La propia Marta Eguilior, directora teatral de la propuesta (y coautora con David Alcorta de la iluminación), explica en las notas al programa su visión de cómo una escena “dividida en dos por una línea, parte tablero de ajedrez, parte bosque ¿mágico?…” es apropiada para representar este icónico título. Más allá de estar o no de acuerdo con la adaptación, hay que reconocer lo atractivo, alegre y luminoso del montaje, aunque en una comedia de enredos podría haberse dado mejor juego a los actores, repartiendo más entradas y mutis entre foro, izquierda y derecha, y evitando el estatismo inherente al libretto de Da Ponte. El invento de dar al filósofo enredador poderes de ilusionista, y la introducción de un enano, el actor barcelonés Rubén Jiménez Rosco, como ayudante suyo y representante de todo el género femenino, dio pie a más de alguna gracia muy bienvenida por el público, como fue la aparición de los albaneses transformados en hermanos siameses. El vestuario lo firma Betitxe Saitua y es también claro y alegre, situándose en los años veinte del siglo pasado.

El nivel musical, en todo caso, fue excelente. Se lució la mano firme, el gesto atento y el cuidado del director Óliver Díaz, quien, desde el principio, optó por la sonoridad y finura mozartiana. También se apreció la firmeza y los contrastes que en esta obra anticipan la música que Mozart escribirá posteriormente. El maestro Díaz mantuvo a lo largo de toda la obra pulso y tempi precisos. La Euskadiko Orkestra Sinfonikoa le siguió con precisión, pero su tímbrica, su fraseo y su homogeneidad desgraciadamente no se acercaron a lo que el director, ya desde la obertura, pareció solicitar. Dieron, por otra parte, muestra de su talla Itziar Barredo en el clave y Gabriel Ureña en el violonchelo, y una vez más demostró su calidad el Coro de la Ópera de Bilbao, que con tanto mimo y profesionalidad ha creado y prepara Boris Dujin.

"Xabier Anduaga, jovencísimo aún, de voz soberbia, de rotundidad y de timbre, que emite con limpieza, fuerza y línea de canto segura, estuvo excelente como Ferrando"

Y queda el Cuadro de Honor: un elenco coherente, todos con calidad y profesionalidad y algunos, excepcionales. Pietro Spagnoli hizo, sumando muy adecuadamente seguridad vocal y actuación actoral, un convincente Don Alfonso. El papel de Despina requiere dotes especiales; hay que cantar, y mucho y bien, cosa que Itziar de Unda hizo en una bella versión de “Una donna a quindici anni”, luego desde un columpio a varios metros de altura y después en guisa de notario con voz alterada para dotar de tono bufo su discurso; pero también hay que actuar y convencer como chiquilla traviesa, y en esta faceta De Unda fue chispeante en grado supremo.

Bien Serena Malfi como Dorabella, aunque su voz mostrara a veces algunas irregularidades, y solvente y cumplidor el barítono asturiano  David Menéndez como Guglielmo. Vanessa Goikoetxea demostró una calidad más que sobresaliente como Fiordiligi con una voz en plenitud, potente y acariciadora, siempre con una acertadísima línea de canto, técnicamente superior, hilados exquisitos, una expresión variadamente certera en cada frase y una musicalidad natural; bellísimas sus arias, así como sus dúos y todo lo demás que cantó, que hizo que fuera un placer oírla. Solo le faltó soltura en alguna de las inclementes notas graves de su personaje. Xabier Anduaga, jovencísimo aún, mostró una voz soberbia de rotundidad y de timbre, que emite con limpieza, fuerza y línea de canto segura. El tenor estuvo excelente en sus arias y solo habría que pedirle que buscara algo más de flexibilidad en su fraseo. Todo llegará, y seguro que así será cuando triunfe en los mejores escenarios del mundo, tal y como lo va haciendo hasta ahora.  * José Miguel BALZOLA, corresponsal en Bilbao de ÓPERA ACTUAL